En dos años, Alibaba ha pasado de gigante del comercio electrónico en crisis regulatoria a potencia global en IA de código abierto. Su familia de modelos Qwen acumula 400 millones de descargas y 140.000 modelos derivados surgidos de él, cifras que superan a cualquier competidor occidental, salvo uno: Llama, de Meta.
Por qué es importante. Eddie Wu, CEO de Alibaba, ha dicho abiertamente que Qwen aspira a ser «el Android de la era IA». No es marketing: la empresa ha liberado 357 modelos en menos de dos años, un ritmo que ni OpenAI ni Google mantienen ni quieren mantener en su versión pública.
La estrategia copia el manual de Google con Android: regalar el sistema operativo para dominar la infraestructura que lo sostiene. Solo que esta vez el jugador dominante no viene de Silicon Valley.
El contexto:
- Alibaba metió más de 800 millones de dólares en las cuatro principales startups de IA del país —Moonshot, Baichuan, Zhipu, MiniMax— antes de darse cuenta de que su propia tecnología podía liderar el mercado.
- Ahora esas inversiones se han parado porque la apuesta está en casa.
El camino ha sido brutal. Entre 2020 y 2022, Alibaba perdió la mitad de su valor bursátil por la ofensiva regulatoria del gobierno chino. DAMO Academy, su brazo de investigación, echó al 30% de su plantilla.
Algunos científicos clave como Yang Hongxia, creadora de M6; o Zhou Chang, líder técnico de Qwen, se largaron a otras empresas como ByteDance. La fuga de cerebros dejó un cráter. Aun así, Alibaba ha conseguido recomponerse.
El giro inesperado. En enero de 2025, DeepSeek lanzó R1, un modelo de razonamiento de código abierto que rivalizaba con el o1 de OpenAI de entonces. Tuvo una adopción tan rápida como global, y Alibaba pareció perder fuelle. Joe Tsai, presidente de Alibaba, admitió el golpe: «Dijimos: ‘¿Cómo es posible que nos hayan adelantado?'».
La respuesta fue drástica. El primer día del Año Nuevo Chino —una festividad sagrada en China— el equipo de IA canceló sus vacaciones y lanzó Qwen 2.5 Max, superando a DeepSeek V3. La guerra no había terminado.
En cifras. Alibaba ha prometido invertir 380.000 millones de yuanes (53.000 millones de dólares) en tres años en infraestructura de IA y nube. Es más de lo que gastó en toda la década anterior.
En el segundo trimestre de 2025, los ingresos relacionados con IA crecieron en triple dígito por séptimo trimestre consecutivo. Alibaba Cloud subió ventas un 26% interanual. La acción ha subido más del 90% en lo que va de año. Un cohete.

La estrategia. Los modelos gratuitos generan demanda de GPU y entrenamiento. Esa demanda se monetiza en Alibaba Cloud. Es el modelo Microsoft-OpenAI para Azure, pero aquí Alibaba es inversor y beneficiario.
A diferencia de Amazon (sin modelos de código abierto competitivos), Google (modelos cerrados) o Meta (sin nube propia), Alibaba une modelo abierto, nube y ecosistema de desarrolladores. Y ya es la cuarta mundial en cloud por detrás del tridente Amazon-Microsoft-Google.

Eso sí, Alibaba apostó por la arquitectura equivocada mientras OpenAI escalaba con GPT. Cuando ChatGPT arrasó en diciembre de 2022, tuvo que admitir el error.
- En agosto de 2023 abrió el código de Qwen justo cuando Llama 2 fallaba en chino. Ocupó ese hueco de inmediato.
- En febrero de 2025, Apple eligió a Alibaba como socio para Apple Intelligence en China. Validación bestial de la entonces empresa más valiosa del mundo.
Meses después, Wu detalló la hoja de ruta: expandir el contexto, de 1 millón a 100 millones de tokens, y escalar de un billón a diez billones de parámetros. Apuestas cuantificables con presupuesto asignado. ByteDance es el único rival que mantiene el pulso.
Qué falta. El mercado occidental. Qwen domina Asia pero no ha penetrado Europa ni América como sí ha hecho Llama (y tampoco es que haya arrasado como Android en la telefonía móvil). Además…
- Las empresas estadounidenses temen sanciones si usan tecnología china.
- Los desarrolladores occidentales llevan años en PyTorch y Hugging Face, donde Meta tiene ventaja.
- Alibaba liberó Qwen bajo la licencia Apache 2.0, la más permisiva (mucho más que la de Llama), pero la percepción sigue siendo un muro.
{«videoId»:»x9d6bm0″,»autoplay»:false,»title»:»Qwen2.5-Max, el último modelo de Alibaba», «tag»:»tecnología», «duration»:»68″}
La gran pregunta. ¿Puede una empresa china que ha pasado por purgas regulatorias y fugas de talento convertirse en el estándar global de la IA de código abierto?
- Qwen ya supera a algunos modelos de Anthropic y OpenAI en ciertos benchmarks.
- Apple la ha validado recurriendo a ella para ofrecer legalmente Apple Intelligence.
- La infraestructura está lista.
Lo que queda por ver es si Occidente acepta depender de un sistema operativo de IA diseñado en Hangzhou.
Imagen destacada | Xataka
(function() {
window._JS_MODULES = window._JS_MODULES || {};
var headElement = document.getElementsByTagName(‘head’)[0];
if (_JS_MODULES.instagram) {
var instagramScript = document.createElement(‘script’);
instagramScript.src = ‘https://platform.instagram.com/en_US/embeds.js’;
instagramScript.async = true;
instagramScript.defer = true;
headElement.appendChild(instagramScript);
}
})();
–
La noticia
La estrategia de Alibaba con la IA es muy simple: conseguir lo mismo que Google consiguió con Android
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Lacort
.
